Blindtest

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Una prueba ciega es una prueba en la que el sujeto permanece oculto a qué examinado está examinando en este momento. En el caso de Hifi, generalmente se trata de pruebas de audición en las que el componente que acaba de escuchar no es conocido por el probador. De esta manera, se debe evitar que un preajuste consciente o inconsciente del probador pueda influir en el resultado de la prueba. La necesidad de pruebas ciegas se deriva de la observación de que los ajustes preestablecidos subjetivos pueden distorsionar una prueba hasta tal punto que el resultado de la prueba ya no tiene ninguna importancia objetiva. No importa si la persona que realiza la prueba conoce el valor preestablecido o no, y no ayuda si la persona que realiza la prueba trata conscientemente de ser objetiva. En las pruebas ciegas reales, por regla general, hay personas de prueba y auxiliares (por ejemplo, experimentadores). En muchos casos, también debe excluirse la influencia del sesgo de las personas auxiliares, porque este sesgo podría transmitirse a las personas de prueba a través de un proceso de comunicación inconsciente. Esto se puede evitar mediante la prueba doble ciego, en la que incluso los asistentes no saben qué examinado está activo actualmente. Alternativamente, también puede evitar cualquier comunicación entre la persona que realiza la prueba y el asistente. A veces incluso se indica triple cegamiento, en el que incluso las personas que evalúan el intento no saben qué examinado estaba activo cuándo. Un caso clásico que ilustra la necesidad de tal ceguera es el del "clever Hans", un caballo que se dice que era capaz de asombrosas hazañas de inteligencia, que al examinarlo más de cerca finalmente resultó ser el resultado de tales procesos ocultos de comunicación. Las pruebas ciegas también son comunes en áreas distintas de la alta fidelidad, como la farmacia, para llegar a declaraciones objetivas sobre la efectividad de sustancias o medidas. Ver también: